El modelo de empoderamiento es aquel que focaliza su intervención con poblaciones excluidas en distintos ámbitos y trabaja para lograr su autonomía, constituyéndolas en actores/as de su propio desarrollo y del de la comunidad. De los doce casos seleccionados por Esquel, dos se ajustarían a esta definición: Tejedoras de la Unión Inka Atahualpa (Chimborazo, 1994-2000) y Asociación Toquilleras María Auxiliadora (Azuay, 1996-1998).