El principio central de la capacitación de personas adultas es aceptar que asisten a los talleres con un acumulado de valores, saberes culturales, sociales y educativos que deben ser considerados en el proceso enseñanza - aprendizaje. Esto es imprescindible para capacitar en género por tratarse de un tema que involucra aspectos de la vida personal de los hombres y mujeres participantes. Se fundamenta en la aprehensión de nuevos conceptos que cuestionarán patrones culturales profundamente enraizados en sus vidas.