El desarrollo económico de los tres cantones se ha basado históricamente en la explotación de recursos naturales no renovables. Estas zonas han sido sometidas a un intenso proceso de colonización que ha dado lugar a un crecimiento desordenado y a la consecuente degradación ambiental. Asimismo, la explotación maderera y la reciente incorporación de procesos agroindustriales han marcado, en distintos periodos, el desarrollo económico de esta región.