El Banco Mundial, al igual que otras agencias para el desarrollo, se ha interesado crecientemente en el trabajo de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) a lo largo de la última década. La proporción de proyectos financiados por el Banco que de una manera u otra involucran ONGs se elevó de un promedio del 6% en los años fiscales 1973-1988 al 48% en el año fiscal 1996.